martes, 19 de marzo de 2013

Prensa Amarilla


COMENTARIO: PRENSA AMARILLA

  I N T R O D U C C I O N

Las estadísticas nos demuestran que en Japón, son tres los periódicos que venden, todos los días, cada uno, cuatro millones de ejemplares. En Alemania, el diario Bild pone en circulación cuatro millones y medio.
Pese a  la aparición desde hace muchas décadas, primero de la radio y después de la televisión, los periódicos o diarios, siguen siendo los medios de información más importantes para la población en general. Sin embargo, hoy las computadoras e Internet parecen estar afectando por primera vez a la prensa escrita. Estudios demuestran que en la comunidad europea se observa cierta disminución en las ventas de los periódicos. En nuestro país, como en el resto del mundo los diarios tienen su página en Internet.
Pese a lo expresado anteriormente, los periódicos todavía son un medio de información sumamente popular y práctico
¿Pero alguna vez nos hemos detenido a analizar con seriedad como es que últimamente estos diarios emplean el lenguaje y la clases de información que brindan a sus miles de lectores?
¿Nos hemos puesto a pensar la influencia de estos medios en cuanto al lenguaje empleado y la calidad de la información que recae en la sociedad sobre todo en los adolescentes y aún en niños?
Por lo dicho, este trabajo monográfico pretende ilustrarnos y hacernos reflexionar como es que algunos medios de comunicación masiva distorsionan  al lenguaje e información formal, que lejos de contribuir incrementan el uso de un lenguaje informal cuando lo deseable es el manejo del lenguaje estándar, y más aún a través de la información sensacionalista y falaz como los hacen las  prensas  amarillas o diarios amarillos

E L   L E N G U A J E       E N     L O S     PE R I Ó D I C O S              A M A R I L L O S
Las informaciones provenientes de los periódicos; son una herramienta urgente para tomar decisiones en nuestra vida cotidiana. A la hora de realizar un trámite, decidir una compra, escoger autoridades, etc. Los periódicos suelen ser la primera fuente de información. Esta información debiera reunir ciertas características como la veracidad, objetividad, claridad y sobre todo el empleo de un lenguaje formal. Pero lamentablemente estas características y las funciones de servicio a la comunidad a menudo quedan postergadas por intereses económicos. Los montos que reporta la venta de diarios no son significativos. La mayor parte de los ingresos de un diario se debe a la publicidad.
Ante la competencia de Internet que actualmente sostienen los medios informativos, los periódicos han imaginado diversos recursos para mantener a su público. Casi todos poseen versiones en la red con las que buscan promover la compra de la versión impresa.
Algunos periódicos utilizan medios muy criticables para elevar sus ventas, tales como la manipulación de la información a través de la PRENSA AMARILLA, común en países desarrollados como subdesarrollados. Esto es presentarle al público información distorsionada de los hechos. Es decir en ciertos casos, los diarios manipulan una información empleando el lenguaje para conseguir un determinado objetivo. Por ejemplo beneficiar a un político a cambio de dinero o favores. La buena prensa a veces sede  a esta tentación. Todo ello es inmoral, pues deformar la realidad es engañar y fomentar la desinformación, la mentira.
Otro recurso censurable  de la prensa amarilla, consiste en la búsqueda del escándalo. La buena prensa busca informar para que las personas sepan actuar. La Prensa amarilla busca emocionar, excitar la indignación o los sentimientos de curiosidad morbosa.
Lo malo es que esa prensa escandalosa vende mucho. Por ello periódicos formales , optan por parecerse a los amarillos.
Una característica típica del diario amarillo es el uso de imágenes chocantes. Los diarios formales seleccionan con cuidado las fotos
Otro recurso de la prensa amarilla es el uso de un vocabulario informal o especial: palabras o frases de la jerga popular. Así pues estos escriben: Ñorsa manca del tercer piso. Lo mató por venado. Este lenguaje informal desvirtúa en gran medida al léxico formal propugnado en las Instituciones Educativas y por toda sociedad. A menudo se escucha en jóvenes y círculos familiares expresiones como: Viejo necesito una luca. Pásame el lompa hermano. De esto se afirma entonces que el lenguaje empleado en la prensa amarilla influye en el léxico de los lectores. Es común ver este lenguaje en muchos diarios aún en sus titulares y subtítulos.
Otro recurso es que estos destacan lo relacionado con asesinatos sangrientos, suicidios, supersticiones, etc.
Por lo vertido, al comprar un diario debemos reflexionar si queremos un diario formal o un diario amarillo
CONCLUSIONES:

-             Son los diarios formales los que debemos leer, por las características que estas emplean en  su redacción y más aún por emplear el lenguaje estándar.

-             El lenguaje empleado en los diarios amarillos influye negativamente en la información y  léxico del lector.

-             Los diarios amarillos desinforman a sus lectores por ser sensacionalistas y falaces.

-             Los diarios amarillos no contribuyen a los propósitos del Ministerio de Educación.

-             Compete a las autoridades respectivas tomar medidas correctivas en cuanto a la prensa amarilla que se amparan bajo la liberta de prensa.




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